Derechos humanos para una transición energética justa

La Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-DESC), junto con una red de organizaciones nacionales asociadas, participó en la elaboración del informe "Derechos Humanos para una transición energética justa", que analiza algunas de las decisiones de política energética de México tomadas en los últimos años. Este informe busca contribuir al debate nacional sobre política energética y presenta mensajes clave y recomendaciones de política para orientar al Estado mexicano hacia una transformación energética nacional que cumpla con los principios y estándares de derechos humanos e igualdad de género.

Las recientes decisiones de reforma del sector energético adoptadas por el gobierno mexicano han detonado un debate acalorado y a menudo polarizado sobre cómo debe organizarse y gestionarse el sector energético para satisfacer simultáneamente las crecientes demandas de energía, garantizar la seguridad energética y la protección del medio ambiente. Así, luego de brindar antecedentes sobre las políticas y reformas energéticas impulsadas por anteriores administraciones gubernamentales, el informe revisa la situación actual y los derechos vulnerados o en riesgo de ser vulnerados por las políticas energéticas nacionales impulsadas por el Estado mexicano. El informe también destaca los grupos de población que se ven afectados de manera desproporcionada por las políticas energéticas actuales, especialmente aquellos que históricamente han sufrido condiciones estructurales de discriminación y vulnerabilidad.

El informe concluye con recomendaciones encaminadas a promover una transición energética justa con una perspectiva de derechos humanos y género interseccional que apoye las medidas que podrían y deberían adoptarse en México ante la emergencia climática global.

En este contexto, acogemos con satisfacción la publicación de este informe colectivo y destaca la importancia de incorporar una política interseccional de no discriminación y sensible al género en el sector energético, a fin de evitar que contribuya a la exacerbación de las condiciones estructurales de desigualdad de género en el sector energético. país. Para ser justos, las políticas y los marcos energéticos deben tener en cuenta las necesidades, experiencias y contribuciones específicas de las mujeres en la articulación de las políticas de energía y cambio climático.